Ante la llegada de la temporada baja, el sector hotelero en España ha iniciado un proceso de adaptación para afrontar el descenso esperado en el número de visitantes. Las cifras recientes de ocupación hotelera, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), señalan una disminución del 12% respecto a los meses de verano, situación que ha llevado a los hoteles a replantear su estrategia de recursos humanos y comerciales.
En respuesta a este contexto, numerosos establecimientos han optado por lanzar nuevas ofertas de empleo temporal. Rosa Martín, responsable de recursos humanos en un importante grupo hotelero, declara: “Estamos ampliando la contratación flexible para poder cubrir los picos de demanda y garantizar el servicio, pero evitando costes excesivos durante los meses de menor afluencia”. Esta medida busca equilibrar la necesidad de personal cualificado con la sostenibilidad financiera del sector.
Al mismo tiempo, los hoteles han comenzado a diseñar promociones especiales para atraer a los clientes residentes y turistas de cercanía. Entre estas iniciativas destacan descuentos en alojamiento, paquetes gourmet en restaurantes internos y acceso preferente a servicios de spa. La Asociación Española de Directores de Hotel afirma que este tipo de incentivos contribuye significativamente a que los establecimientos mantengan actividad constante pese a la bajada generalizada del turismo internacional.
Por su parte, la patronal hotelera hace hincapié en la importancia de mantener relaciones laborales equilibradas durante las contrataciones temporales. “La flexibilidad no debe traducirse en precariedad”, subraya Carlos López, portavoz de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Desde la CEHAT recuerdan además que los empleados temporales reciben formación específica para garantizar la calidad del servicio y la satisfacción del cliente.
Uno de los aspectos relevantes en esta campaña de adaptación es el impulso de la digitalización en la gestión hotelera. Muchas empresas están utilizando plataformas online para publicar sus vacantes de empleo temporal y agilizar los procesos de selección. Ello permite identificar rápidamente perfiles interesados y reducir tiempos de respuesta. Al mismo tiempo, la digitalización contribuye al seguimiento eficiente de reservas y promociones especiales, aspectos clave en la temporada baja.
Expertos en economía turística apuntan que estas estrategias pueden mitigar parte de las consecuencias negativas derivadas de la estacionalidad en España, uno de los países europeos más afectados por esta problemática. Según datos del sector, el 70% de los visitantes internacionales se concentra entre mayo y septiembre, lo que obliga a los hoteles a reinventarse para el resto del año y mantener la viabilidad económica.
No obstante, algunas voces críticas advierten sobre los riesgos de depender excesivamente de contrataciones temporales. Los sindicatos recuerdan que la estabilidad laboral es crucial para retener talento en el sector y ofrecer un servicio de excelencia. “Es fundamental que las medidas tomadas no comprometan los derechos laborales ni la profesionalización de los empleados”, sostiene Ana García, representante sindical de la Federación de Servicios.
Mirando al futuro, tanto empresarios como trabajadores coinciden en que el sector hotelero debe apostar por la innovación y la adaptabilidad para sortear los efectos de la estacionalidad. La diversificación de servicios, la personalización de la experiencia del cliente y la promoción del turismo de proximidad surgen como líneas de trabajo prioritarias. De esta manera, el sector confía en afrontar la temporada baja con mayores garantías y menor impacto económico y social.
